Tras
los rigores del invierno, los almendros son una de las primeras
especies que empiezan a florecer cuando el tiempo empieza a suavizarse.
Ya han comenzado a abrirse sus yemas para dar paso una delicada
floración que varía del blanco al rosa, como podrá contemplarse
en su máximo esplendor entre este fin de semana y el próximo. Uno
constata en este florecer una energía que impulsa a todos esos brotes a
surgir y mostrar mediante sus flores el fruto de un trabajo sencillo,
humilde, silencioso y hermoso. Me recuerda al
ajuste o al afinamiento que hay que realizar a un violín o a un piano
para que emitan las notas adecuadas en todo momento. El término
“tensión” en estos casos nos invita a ir más allá de su afección más
conocida y que tiene que ver principalmente con el surgimiento
de conflictos de todo tipo o en el caso de la tensión psicológica con
el stress. Al igual que los almendros comparto unos párrafos extraídos
del libro TSMB que casualmente han florecido con la última luna llena
“En el libro Agni
Yoga parte de la enseñanza dada ha sido depurada, pero únicamente desde
el ángulo del aspecto voluntad. No ha aparecido aún el libro que dé en
alguna forma “la yoga de la síntesis”.
En la actualidad el énfasis se pone en el Raja Yoga o la unión por medio de la mente.
Suena a redundancia hablar de la unión mediante la síntesis, pero no
es así. Es la unión a través de la identificación con el todo -no la
unión por medio de la realización o la visión. Observen bien esta
diferencia, porque contiene el secreto del próximo
paso que deben dar las personalidades de la raza. El Bhagavad Gita nos
proporciona principalmente la clave del yoga de devoción. Patanjali nos
enseña la yoga de la mente. En la historia de los Evangelios tenemos la
descripción de la realización, pero el secreto
o la clave de la identificación nos está todavía vedado, está bajo la
custodia de unos pocos, en este integrado grupo de místicos y de
conocedores, y vendrá a la manifestación en la fragua de su experiencia
individual y dada así al mundo. Aún no ha llegado
la hora. El grupo debe acrecentar su fuerza, conocimiento y percepción
intuitiva.”
2 comentarios:
Bonitas fotos con el detalle del Sol en el centro.
El 1 se divide en 2, por medio de los que surge el 3 que a su vez se subdivide en otros 4 hasta ser 7. En el camino de retorno, van sintetizándose unos a otros hasta llegar de nuevo al 1.
El reino vegetal, el único hasta el momento en el que predominan 3 de los 7 rayos: 2, 4 y 6 y sus respectivas influencias respevtivamente: Magnetismo, armonia en el color y crecimiento hacia la luz.
Gracias Manu por las fotos, el artículo y el texto del Tibetano.
Saludos
Felicidades Dani por tus reflexiones y comentarios. Me parecen muy apropiadas y didácticas y añaden unas pinceladas reflexivas estupendas.
Saludos y Abrazos
Manu
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